Las ceremonias en verano tienen algo especial y esta boda en Granada contenía todos los ingredientes necesarios para ser inolvidable. Ester y Agu se dieron el sí, quiero en una mágica tarde veraniega, el Monasterio de la Cartuja los acogió a ellos y a sus familiares dentro de sus grandes muros, la luz que descendía sobre el altar realzaba la belleza del momento.
Aunque lo mejor estaba aún por llegar, tras la emotiva ceremonia nos dirijimos hacia el lugar donde se celebraría el convite, no os penséis que con esta pareja la cena sería tranquila; nada más llegar a las Termas de La Malahá, ahora si, al atardecer sucedieron las primeras sorpresas. Porque esta boda al aire libre se convirtió en un auténtico festival de músicos. Comenzaron con una salvaje batucada encabezada por el hermano de la novia que hizo que todos los asistentes empezaran a bailar y que ya no pararan hasta el final del evento.
Los novios rebosando energía se subieron al escenario, porque ¡sí! había un escenario lleno de artistas y nos dedicaron a todos un momento para agradecer lo maravilloso de este día y como fue una cena estilo finger food los invitados pudieron moverse libremente sin parar de bailar. Las actuaciones se sucedieron continuamente en un amplio abanico de ritmos y culturas: disfrutamos de flamenco, ritmos cubanos, canarios e incluso música celta.
La gran actuación llegó de la mano de nuestros recién casados, Ester nos dejó con la boca abierta: ¡Una auténtica rockstar vestida de novia! y sin duda el mejor recuerdo de esta boda fueron los dos cogidos de la mano cantando una de las más entrañables canciones de Extremoduro, el mensaje de amor puro y duro:
Peluquería y maquillaje: Wabi – Sabi
Floristería: Verde que te quiero verde
Videógrafo: Pablo Osuna
Ceremonia: Monasterio de La Cartuja
Decoración y Catering: K Vida Eventos
Celebración: Termas de La Malahá
Dj: Musikayser
Ubicación: Boda en Granada